La faringe comienza en la rinofaringe, situada en la parte posterior de la nariz, comunicada con el oído medio. Aquí es donde se encuentran las adenoides, más comúnmente conocidas como vegetaciones, tan frecuentes en los niños. Esta zona se continúa inferiormente con la orofaringe, donde se sitúan las famosas amígdalas palatinas (que inflamadas se conocen como anginas) y lingual; y finalmente, tenemos la hipofaringe, zona de entrada a la vía digestiva. La faringe, por lo tanto, es estructura común a la vía aérea y a la vía digestiva, de aquí su importancia en la deglución.
La laringe, además de ser parte de la vía aérea, función principal, es parte fundamental del aparato fonador. La voz depende del aire proveniente de nuestros pulmones, de un correcto funcionamiento de las cuerdas vocales y, posteriormente, de la resonancia en nuestra faringe, nariz y boca.